“Los aumentos en el salario mínimo solo le sirven a una porción pequeña de la población y en cambio, agudizan la mala distribución del ingreso en el país. Qué proponen los economistas.”
“El problema está en que las personas creen que subir el salario mínimo y ponerlo bien alto es una política antipobreza, pero en Colombia no resulta así”. Así lo señala la investigadora de Fedesarrollo, Natalia Millán. El problema en el país está en que el salario mínimo es muy elevado en relación con el salario que ganan los colombianos en promedio. Esta contradicción aparente ocurre porque como es bien conocido, cerca del 46% de la población gana menos del salario mínimo porque trabaja en el sector informal. De hecho, la relación entre el salario mínimo y el salario promedio es la más alta de América Latina, indica la investigadora. “Eso no quiere decir que con un salario mínimo se pueda vivir bien”, aclara. De lo que se trata es de entender que las alzas en el salario mínimo crean una mayor desigualdad en el ingreso del país. Esto ocurre porque si bien se le mejora la situación a aun grupo de personas que Natalia Millán califica de pequeño, los que están en el límite, recibiendo cerca del mínimo pierden su empleo o se emplean en el sector informal.
Dinero.com -Economía y Negocios
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